Bujalmoro, una de las haciendas más emblemáticas de Dos Hermanas, combina historia y encanto andaluz en un entorno privilegiado de tierras rojas junto al canal del bajo Guadalquivir. En este marco único, la boda celebrada en julio apostó por la magia de la noche para huir del calor veraniego y disfrutar de la serenidad del anochecer.
Un ambicioso proyecto de iluminación transformó el patio central en un auténtico cielo estrellado gracias a una carpa tupida de micro-LED, mientras que la cena se sirvió en la alquería principal. El pasillo central se cubrió con un espectacular techo de vegetación, lámparas y bombillas colgantes que guiaban la mirada hasta la mesa presidencial, que se ubicó en el centro bajo un techo decorado con verde y gisteria coronado por un imponente chandelier de 30 brazos, auténtico protagonista de la noche. Los pasillos laterales, iluminados con delicadas guirnaldas de micro-LED, dibujaban un marco de luz.
La fiesta continuó en uno de los patios, con la imponente fachada del edificio retroiluminada como telón de fondo. Sobre un suelo de albero se delimitó la pista de baile con una estructura decorada con bolas de discoteca y vegetación, logrando un contraste perfecto entre lo rústico y lo festivo. La fusión de luces, colores,texturas y el aire cálido de la noche creó una atmósfera mágica que envolvió cada instante de esta celebración inolvidable.