La Finca Santa Clotilde, una joya situada en los alrededores de Sevilla y propiedad del prestigioso Catering Fernando Mayo, fue el escenario de una boda que transformó este enclave singular en un universo lleno de magia, luz y emoción.
Desde la llegada, las zonas de paso marcaron la pauta de lo que sería una noche inolvidable. Cada rincón fue cuidadosamente ambientado con iluminación indirecta, lámparas de araña y faroles que envolvían el entorno en una atmósfera cálida, elegante y casi cinematográfica. El recorrido entre espacios se convirtió así en una experiencia sensorial en sí misma.
La zona de cóctel sorprendió por su energía y originalidad, recreando el espíritu festivo de la Feria de Sevilla. Para completar la ambientación, se instalaron imponentes lámparas de araña de forja, que aportaban un aire tradicional y sofisticado al espacio, fusionando lo popular con lo elegante de forma magistral.
La cena se celebró bajo una estructura de microléd que simulaba un cielo estrellado, generando un entorno envolvente y mágico. Sobre las mesas, lámparas de estilo imperio y de gota añadían un toque de sofisticación clásica que contrastaba armoniosamente con la modernidad de la iluminación.
Para cerrar la velada, la zona de fiesta deslumbró con una espectacular pista de baile decorada con bolas de discoteca que reflejaban la luz en mil direcciones, creando un ambiente vibrante y dinámico. A un lado, una exclusiva zona chill out, diseñada a medida para la ocasión, ofrecía un espacio de descanso con una estética contemporánea y elegante, ideal para relajarse entre baile y conversación.
Este montaje en la Finca Santa Clotilde fue mucho más que una celebración: fue una auténtica puesta en escena, donde cada detalle contribuyó a crear una boda mágica, inolvidable y profundamente ligada al alma de Andalucía.